/ 21 octubre 2011
Más que merecido, este 19 de octubre el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación entregó a Marta Lamas el Premio Nacional por la Igualdad y la No Discriminación. Un reconocimiento institucional para una de las menos institucionales mujeres de México, que ha hecho de la provocación un camino para redefinir el poder y que nos ha enseñado a quitarnos el miedo, este sentimiento que hoy se nutre de sangre y muerte y que a ratos nos impide valorar los triunfos culturales de las mujeres.
Muchas, tal vez todas las feministas tenemos esa deuda con Marta: nos quitó el miedo a debatir ¡hasta con priístas y panistas! Lo mismo en la academia que en la calle (Debate Feminista se llama su revista), en la Suprema Corte o en el Congreso, en Naciones Unidas y en la televisión, con los amigos y la pareja; debatir es la única batalla que no es violenta, la única estrategia que no pega y que no mata, y que debería ser el recurso para mejorar las relaciones, para superar las desigualdades y las diferencias.
“Una mujer es más que un cuerpo condenado por su biología –afirma Marta Lamas–; la primera evidencia incontrovertible de la diferencia humana la encontramos en la diferencia sexual, manifiesta en el cuerpo. Este hecho biológico, con toda la carga libidinal que conlleva, es materia básica de la cultura y locus de la discriminación. La primera diferencia de cuerpo, que cualquier grupo, por pequeño y aislado que sea, tiene que confrontar es la diferencia sexual. De aquí que la mujer sea el eterno otro… Otras, con una cultura diferente o una religión distinta u otro deseo sexual, o una alternativa divergente”. Ella luchó por el aborto desde 1971; tomó 36 años al movimiento feminista que en la ciudad de México el aborto fuera un servicio de salud pública. Hoy, más de 60 mil mujeres han ejercido el derecho a decidir sobre sus cuerpos.
Y hoy la interrupción del embarazo es también un debate entre docentes de las escuelas públicas. Esta semana, en la cuarta reunión de investigación sobre embarazo no deseado y aborto inseguro presenté los argumentos de docentes del DF en favor y en contra de la ley que autoriza la interrupción legal de la gestación por decisión de la mujer hasta la semana 12 (ILE-DF).
Ciento sesenta y cinco maestras y 26 maestros de escuelas públicas debatieron en un foro virtual que se abrió como parte de un diplomado de educación sexual que reciben por Afluentes SC. El resultado más sorprendente fue encontrar que 69 por ciento está en favor de la ILE-DF; la razón principal expresada es “porque la mujer es la única que debe decidir sobre su cuerpo”; recurren a una frase identitaria del movimiento feminista que, como vemos, tiene gran potencial entre las y los educadores que trabajan en esta isla de libertades, tal como nombra al DF nuestra consejera jurídica, Leticia Bonifaz. He aquí los testimonios: “El cuerpo de una mujer le pertenece, es su decisión aunque sea menor de edad; es un asunto de igualdad y justicia, las mujeres tienen libertad de conciencia y religión; nadie puede ser obligada a tener hijos, somos personas independientes y no madres en potencia; hay que empoderar a las estudiantes para que dejen de ser sumisas”. El segundo argumento es porque un hijo no deseado puede truncar un proyecto de vida, y el tercero es que la ILE puede evitar el nacimiento de niños no deseados: “antes que el derecho a la vida está el derecho a ser deseado; habrá menos hijos abandonados, maltratados y sin amor; habrá menos niños de la calle, delincuentes, drogadictos, asesinos; habrá menos niños explotados en forma laboral y sexual; todos merecemos nacer en el seno de una familia que nos ame y tenga posibilidades económicas. Además, se reconoce que evita la muerte de muchas mujeres y que es una opción ante un embarazo no deseado.
Sólo 10 por ciento de ese grupo expresó su rechazo a la ley de la ILE-DF: “porque es matar a un ser vivo; sólo en caso de violación o riesgo de vida de la madre, porque afecta la salud física y mental de quien se practica un aborto (no hablan de los efectos negativos de tener un hijo no deseado ni de los bien documentados daños en las madres que dan en adopción, alternativa con los más graves y duraderos efectos sicológicos)”. Algunos están contra esa norma porque consideran que no hay que hacerles fácil el aborto a las adolescentes: “Que no se utilice como una salida ante la irresponsabilidad; la ILE genera libertinaje, se les hace fácil tener relaciones sexuales y salir por la puerta fácil; es absurdo que no sean penalizadas en el DF simplemente porque lo pidan; son mujeres que se dejan llevar por su príncipe azul y tienen sexo simplemente por deseo y por placer”.
Es de llamar la atención que quienes rechazan el derecho al aborto son los mismos que se oponen al erotismo de las mujeres, los que descalifican a las menores de edad y depositan en el cuerpo el prestigio moral femenino. En su visión, habría que dificultar la vida a las adolescentes, en especial a las que disfrutan de la sexualidad. Cuerpo y género, dos conceptos que se entrecruzan gravemente a la hora de discriminar. Bien decía Arturo Díaz Betancourt, quien de manera póstuma y junto con Marta Lamas fue merecidamente galardonado con el mismo Premio por la Igualdad y la No Discriminación: “la homofobia es el perro guardián del machismo y de la misoginia”.
martes, 31 de enero de 2012
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