jueves, 13 de junio de 2013

LA SALUD Y LA VIDA DE BEATRIZ: RESPONSABILIDAD DEL ESTADO

31 DE MAYO 2013 El derecho de las mujeres a gozar de salud integral a lo largo de todo su ciclo vital es un derecho universal, se afirmó con contundencia en muchos lugares del planeta el pasado 28 de mayo, Día de Acción Internacional por la Salud de las Mujeres. El disfrute del más alto nivel posible de salud está reconocido en los tratados internacionales de la ONU y en todas las consituciones del mundo a partir de 1966, cuando se firmó el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas. Hay un documento adicional, conocido como Protocolo de San Salvador, que reconoce a toda persona el derecho a la salud, entendida ésta como el disfrute del más alto nivel de bienestar físico, mental y social, e impone a los estados partes obligaciones vinculantes en materia de salud; entre ellas, la de garantizarla entre los grupos sociales de más alto riesgo. Afirmar la universalidad del derecho a la salud significa que los estados están obligados a garantizarla a “toda persona”, pero a la hora de operar los servicios las mujeres embarazadas suelen ser tratadas como si “dejaran de ser personas”, cuando más bien debían considerarse grupos de alto riesgo, porque pueden sufrir graves secuelas de salud y llegar a morir. La mortalidad materna, aquella que es causada por embarazo, parto, aborto o puerperio, es alta en los países con economías dependientes y bajísima en los países con economías fuertes, por los avances tecnológicos. El alto número de muertes maternas en algunas zonas del mundo refleja las inequidades en el acceso a los servicios de salud y subraya las diferencias entre pobres y ricos. La casi totalidad (99 por ciento) de la mortalidad materna corresponde a los primeros, donde la razón llega a ser de 240 por 100 mil nacidos vivos, a diferencia de 16 por 100 mil que ocurre en los segundos. Las disparidades no son sólo entre los países, sino aun entre personas con ingresos altos y bajos. Las principales complicaciones, causantes de 80 por ciento de las muertes maternas, son: hemorragias e infecciones graves (generalmente tras el parto), hipertensión gestacional (preclampsia y eclampsia) y abortos peligrosos. Las cifras reflejan principalmente la deficiente calidad de la atención de los servicios de salud materna, insuficiente acceso de algunos sectores a los servicios, así como la prevalencia de leyes que penalizan el aborto, el cual es un derecho que se ejerce principalmente en los países y sectores ricos. Esta barrera legal lleva a enfrentar casos en que se niega la atención a una mujer que presenta gravedad ante un embarazo, aun cuando se cuenta con la infraestructura de salud y el recurso humano. Hoy alzamos la voz ante el caso drámatico de Beatriz, una madre salvadoreña de 22 años, cuyo segundo embarazo la coloca en riesgo de muerte. Desde el primer parto que vivió hace un año, ella tuvo complicaciones. Beatriz padece de lupus y en esta ocasión gesta un feto anencefálico (sin cerebro), el cual, si llegara a término, no podría sobrevivir fuera del útero. El Comité Médico del Hospital envió un informe a la ministra de Salud manifestando que desde el punto de vista médico resultaba necesario realizar una interrupción del embarazo, pero que no podían realizarlo porque iba contra la ley. La ministra de Salud de El Salvador, la doctora María Isabel Rodríguez, un personaje de 91 años de edad, solicitó a la Corte Suprema de Justicia que se realizara un abordaje médico-legal de forma urgente, consideranto que el feto es inviable y advirtiendo que la condición de la paciente se deteriora con la progresión del embarazo. La propia Beatriz también presentó amparo ante la Corte solicitando que le apliquen un aborto terapéutico. Con una excepción, los magistrados de la Corte rechazaron ayer el amparo presentado por Beatriz, argumentando que “los derechos de la madre no pueden privilegiarse sobre los del no nacido ni viceversa”; ordenaron que el hospital continúe monitoreando el estado de salud de Beatriz y establecieron que se ha brindado la asistencia médica adecuada al lograr estabilizar su condición y que no existe una “vulneración de los derechos a la salud y vida” de la demandante. La Corte subestimó la voluntad de la madre, la autoridad de la ministra de Salud y el criterio de los médicos que atienden el caso; además hizo caso omiso del llamado de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de las agencias de Naciones Unidas, de Amnistía Internacional y de cientos de organizaciones y redes sociales que claman por aplicar un aborto terapéutico, siguiendo las recomendaciones médicas, para protejer la salud de la joven madre. ¿Qué clase de poder judicial es aquel que violenta y maltrata a las mujeres embarazadas? ¿Desde cuándo los ministros de justicia están para contradecir los tratados internacionales y el derecho a la vida de las mujeres? Porque al defender al producto en formación “como si fuera una persona con derechos” se está negando la calidad de ser humano a la joven madre, se le da trato de ganado vacuno o menos, trato de incubadora, de objeto material que brinda oxígeno y calor a una semilla que se está formando. Si la salud de Beatriz se agrava, o si ella muere, el Estado será responsable.

¡DON GOYO VIVE!

17 MAYO 2013 Es un ser vivo, como las plantas, como los animales, pero además tiene algo de humano, por algo llaman Don Goyo al Popocatépetl. Su sensibilidad política y colectiva es increíble, y si no me creen, los comprendo. Fue el pasado 3 de mayo cuando el tempero Antonio lo consultó, el volcán le dijo que no habrá mayor peligro pero que el alboroto y los periodistas lo ponen más nervioso. El buen augurio fue el día que comenzó la nueva era mesoamericana, según afirma la doctora Geraldine Patrick, astroarqueóloga de la UAM. El fin de semana pasado, el Popo pasó a alerta amarilla fase 3, lanzó fragmentos incandescentes y flujos piroclásticos: mezclas calientes de gases, ceniza y fragmentos de roca muy destructivos, que descienden por los flancos del volcán a alta velocidad con temperaturas arriba de 100 grados centígrados. Revisando la historia de la actividad del Popocatépetl, me percato de que esa intensidad no es muy común, pero más sorprendente es la inexplicable relación entre la actividad del volcán con algunos cambios políticos significativos: pareciera que fueran expresiones de un guerrero tamaño colosal, como lo describe el mito. Se trata de un volcán que ha estado activo por más de medio millón de años y que ha presentado varias etapas de crecimiento, hasta que hubo erupciones extraordinariamente grandes hace 400 mil años; el cono moderno está construido sobre los restos de estos volcanes que erupcionaron hace 14 mil 500 años. Según se representa en los códices Telleriano Remensis y Vaticano A, la mayor erupción del cono ocurrió en 1509, como si anunciara el sometimiento de la sociedad mexica a favor del imperio español. Actualmente es uno de los volcanes más activos del país; después de 70 años de inactividad, se notó un paulatino incremento en la actividad fumarólica del volcán, que reinició su actividad en 1994. Difícil interpretar el sentido de 70 años de inactividad, pero continuando con la metáfora, resulta curioso que el coloso estuvo quieto o pasivo desde los tiempos en que Plutarco Elías Calles se hizo presidente de México, y hasta el año del levantamiento zapatista: ¡Zapata vive!, ¡ Don Goyo vive! El 21 de diciembre de 1994 se produjo la primera emisión de ceniza, causando gran inquietud; las exhalaciones habían abierto una boca cerca de la pared oriental del cráter, debajo de la corona. Desde entonces han venido etapas efusivas y explosivas asociadas con el crecimiento y destrucción de domos de lava en el interior del cráter. Durante el siguiente año hubo actividad fluctuante con frecuentes exhalaciones de ceniza que fue clasificada como material juvenil. En marzo de 1996 el volcán inició un nuevo episodio de actividad con emisiones de ceniza comparables a las de diciembre de 1994. A partir del 26 de marzo se observó el crecimiento del primer domo de lava en el fondo del cráter, una explosión importante acompañó su destrucción el 30 de abril, cuando perecieron cinco alpinistas que ignoraban el peligro. Este tipo de actividad continuó en 1997; después de numerosas explosiones, la erupción del 30 de junio fue la más grande registrada hasta entonces. Fue cuando los pilares del sistema político mexicano acusaron una transformación histórica, por primera vez el partido presidencial no logró tener la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y, también por vez primera se eligió al jefe de Gobierno del Distrito Federal, resultando ganador el candidato de oposición, el ingeniero Cuahutémoc Cárdenas Solórzano. Ocurrieron una serie de sismos volcanotectónicos, se generó una enorme pluma que alcanzó 8 kilómetros por encima del volcán, se reportó caída de ceniza y el aeropuerto de la ciudad de México tuvo que ser cerrado por cerca de 12 horas, el semáforo de alerta mostró su máximo nivel: el color rojo. Después de un periodo de relativa calma el Popocatépetl presentó actividad hasta el año 2000: el 2 de diciembre hubo una larga exhalación con emisión de ceniza que duró 90 minutos, y el 12 de diciembre, como si fuera fiesta a la Guadalupana, las exhalaciones alcanzaron 6 kilómetros de altura. Para el 18 y 19 de diciembre fragmentos incandescentes de las erupciones fueron mostrados por primera vez en vivo por la televisión. Exhalaciones diarias y actividad sísmica baja continuaron en los siguientes años, pero en 2006 volvieron de manera intermitente episodios de tremor armónico en aumento. La amplitud fue la mayor observada desde diciembre de 2000, el 5 de agosto se decidió cambiar el semáforo de alerta del nivel amarillo fase uno a fase dos. En mayo de 2011 una erupción de moderada intensidad modificó la forma de la boca sureste del volcán (Cenapred/SG, México, 2012). Este año, el 10 de mayo de la madre Tierra, se ha producido una erupción explosiva que lanzó material incandescente sobre la ladera noreste del coloso; al cerrar esta colaboración, la alerta se mantiene en amarillo fase tres. Tengo la impresión de que los movimientos sociales están pasando a una fase de alerta tres: madres de desaparecidos en huelga de hambre reviven expresiones del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad y de #YoSoy132, el domo del movimiento magisterial muestra intensidad creciente. Es necesario un trabajo político fino que ataque con seriedad las causas: urge evitar una erupción social que lance flujos piroclásticos, y que arrase construcciones y bosques, sin dejar nada de pie.

ORGANIZACION DE LAS NACIONES ¿UNIDAS?

3 DE MAYO 2013 A 68 años de que los excesos de la Segunda Guerra Mundial llevaron a fundar la Organización de las Naciones Unidas vale preguntarse hasta dónde ese organismo, que agrupa a 193 estados miembros, ha logrado su original propósito de “mantener la paz y la seguridad internacionales, fomentar entre las naciones relaciones de amistad y promover el progreso social, la mejora del nivel de vida y los derechos humanos”. Hago estas reflexiones desde mi posición como observadora representante del Consejo Consultivo Ciudadano para la Política de Población ante la Sesión 46 de la Comisión de Población y Desarrollo (#CPD46). La migración internacional fue el tema central del encuentro realizado del 22 al 26 de abril en Nueva York, que retoma el programa de acción de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo realizada hace casi 20 años en El Cairo. A diferencia de sesiones anteriores de la comisión, esta vez llegaron como representantes de los gobiernos funcionarios de bajo perfil y hubo exclusión de la sociedad civil y de organizaciones defensoras de los migrantes en las delegaciones oficiales. Pero lo que más sorprendió fueron las duras posiciones de los países del norte, en especial los de la Unión Europea, el Reino Unido y Estados Unidos, otrora abiertos a los derechos sexuales y reproductivos, esta vez se resistían a firmar la resolución, no tanto por visiones moralinas cuanto por la resistencia a ofrecer servicios sociales, educativos y de salud a las poblaciones inmigrantes independientemente de su estatus migratorio. Es doloroso confirmar que los defensores históricos de los derechos, los embajadores ante Naciones Unidas, no tienen disposición para garantizarlos más que a sus propios ciudadanos, o tal vez fueron instruidos a actuar en tal sentido. Pareciera que ya se les olvidó que firmaron el Pacto Internacional de los Derechos Económicos Sociales y Culturales en 1966, porque al resistirse a dar servicios se niega la portabilidad de los derechos humanos, se desconoce su universalidad y se invalida la noción de igualdad, origen conceptual de los derechos humanos. Algunas cifras muestran la exclusión de servicios en que se encuentran los jóvenes mexicanos inmigrantes (12-29 años) en Estados Unidos: la mitad llega allá durante su infancia y adolescencia, únicamente 11.2 por ciento está naturalizado, sólo 35.1 por ciento asiste a la escuela, más de la mitad no concluye la high school; aunque hay que reconocer la excepción de los estados de California y Nueva York, que han puesto en práctica la propuesta federal de la Dream Act para facilitar el acceso de los indocumentados a las universidades estatales. Cuatro de cada diez jóvenes mexicanos no hablan inglés, lo cual se vincula con menor efectividad en el ámbito laboral y educativo (uno de cada 10 de inmigrantes de otros países); 65 por ciento de los jóvenes inmigrantes mexicanos no cuentan con cobertura médica (28.1 por ciento de los de otros países); la mitad de las chicas no han visitado a un ginecólogo ni especialista en los últimos 12 meses; alrededor de 71 por ciento no utiliza métodos anticonceptivos hormonales o no utilizan ninguno, y sólo el 7.5 por ciento se ha vacunado contra al VPH. Antes de los 18 años han tenido un hijo 23 por ciento de las mexicanas migrantes y 34 por ciento de las de origen mexicano que nacieron allá (Ramírez G., Telésforo, et al, Jóvenes mexicanos inmigrantes en Estados Unidos, SG/Conapo, México, 2012). A pesar de la difícil negociación, la sesión de #CPD46 concluyó con una declaratoria satisfactoria, el punto P31 de la resolución hace un llamado a los países miembros para intensificar esfuerzos para proporcionar a migrantes acceso a servicios sociales y de salud, incluyendo salud sexual y reproductiva, información y educación, acceso a prevención y tratamiento de VIH y sida y de otras infecciones de transmisión sexual, medidas para prevenir violencia sexual, anticoncepción de emergencia, y aborto seguro en circunstancias donde tales servicios sean permitidos por la ley de cada nación. Habría que cuestionarse: ¿cuál es el verdadero peso que tiene una declaración de la ONU a la hora de aplicar las políticas? ¿Y dónde está the real politics? Porque mientras en esta sesión terminaron reconociéndose esos derechos a migrantes, en Washington se discute un proyecto de ley que no reconoce derechos de salud ni educativos a los indocumentados y que pretende postergarlos hasta por 10 o 13 años, condicionándolos a un conjunto de requisitos. Como testigo de este encuentro estoy muy desilusionada y me siento como una ingenua al pensar que la firma de pactos y declaraciones de la ONU es más que una bella retórica. Porque las desigualdades se han subrayado y la derechización de los países del norte parece responder al aumento de los flujos de inmigración producto del empobrecimiento de las poblaciones que viven en el sur, así como del interés por mantener en la base ocupacional de la pirámide a la clase trabajadora inmigrante con prácticas de explotación y negación de su contribución a la riqueza de los países receptores. Ahora que Barack Obama está en México para hablar de nuestra intensa relación económica, esperamos que nuestros gobernantes asuman los derechos de los emigrados tal como lo hizo muy correctamente el personal de la misión de México en la ONU, porque atrás de la competitividad y de las inversiones, del comercio de mercancías y de servicios, hay seres humanos trabajando que merecen iguales derechos, tal como afirman los pactos.

DE JOVENES Y POLITICA DE POBLACION

19 ABRIL 2013 Me gusta imaginar que el mundo o la sociedad puede atravesar un proceso paralelo a los ciclos humanos: la infancia, la juventud, la vejez o tercera edad… una metáfora un tanto evolucionista, un poco lineal, al fin de cuentas, una lente para ver el mundo. México es un país de jóvenes, la transición demográfica (la disminución de la tasa de crecimiento y de mortalidad, la ampliación de esperanza de vida) llevó al momento actual del mayor número histórico de jóvenes, y para el año 2035 alcanzaremos una concentración de jóvenes adultos entre 25 y 30 años; a partir de ese año se revertirá la tendencia. Para 2050 entraremos a una etapa avanzada, con una concentración de población en etapa de envejecimiento. Cuando nuestras masas de jóvenes pasen a la tercera edad, su inserción social y calidad de vida dependerá de los logros anteriores, será el producto de la preparación colectiva que la sociedad realice desde ahora. Por lo pronto, las masas están en la etapa de formación, productividad y experimentación, la intensidad de esos procesos definen una plena juventud. Pero por desgracia, hasta ahora el Estado ha mostrado un gran desprecio hacia la juventud. Se necesita renfocar la política para que la mayoría de la población viva una juventud plena y llegue en buen estado a la madurez. Se logró disminuir el crecimiento poblacional, pero no disminuyeron las desigualdades sociales ni la violencia ni la discriminación por género. A los 15 años el 18 por ciento de los jóvenes (12-24) ya está fuera de la escuela, la mitad lo estará a los 18 años. Las razones del abandono escolar son diversas, 40 por ciento dejó la escuela para trabajar y por falta de dinero; hay quienes tienen un horizonte limitado y consideran que con la secundaria, o con la prepa se acabó la etapa de estudiar. La mayoría de estos jóvenes están en el empleo informal: trabajan con horarios largos, muy bajo ingreso y sin prestaciones; 26 por ciento de las mujeres con secundaria y 31 de las que tienen prepa abandonaron la secundaria por unión marital y embarazo. Los desempleados y desempleadas son jóvenes con mayor nivel educativo, cuentan con una familia que puede costear el desempleo. Como sociedad y como Estado, le hemos fallado a la juventud, al excluirlos del estudio y del empleo los hemos empujado a la violencia y expulsado del país. El 62 por ciento de los jóvenes y el 31 de las jóvenes mueren en actos violentos, la mitad de esas muertes, son por homicidio; el suicidio aumentó en la última década 31 por ciento entre jóvenes, no todos pueden enfrentar el vacío. De los 7.8 millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan, 75 por ciento son mujeres: menos de 10 por ciento de ellas tiene un empleo remunerado, 15 por ciento ya tiene uno o dos hijos. Las mujeres pobres y sin secundaria viven la primera relación sexual, la unión y la maternidad más tempranamente y como fenómenos inseparables. En algunas comunidades indígenas persisten prácticas de matrimonios arreglados, todavía se compran esposas de 13 años por 60 mil pesos, a veces las casan antes de emigrar al norte o al otro lado. La tercera parte de quienes emigran a Estados Unidos son jóvenes de 12 a 29 años; 24 por ciento de las emigrantes se hacen madres allá, antes de cumplir los 18 años. Ni allá ni aquí las mexicanas ejercen sus derechos sexuales y reproductivos. En el país se denuncian 15 mil violaciones anualmente, de ellas el 5 por ciento adquirirá una infección sexual y 10 por ciento quedará embarazada. Los grupos indígenas presentan los más altos índices de mortalidad materna, 11 por ciento de las muertes maternas son por aborto. En vez de atenderlas en los hospitales los médicos las mandan a la cárcel, se denuncian 226 mujeres al año por aborto; aunque el aborto por violación está justificado en todo el país desde hace 80 años, el servicio es inaccesible por la discriminación hacia las mujeres que lo solicitan. El acceso a la interrupción del embarazo por decisión de la mujer sólo se puede ejercer en el DF. Por si fuera poco, en el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia no han detenido la iniciativa que nos heredó la administración anterior, en la NOM-047 se pretende discriminar a las y los adolescentes al exigir el consentimiento de los padres de familia para dar servicios de salud sexual y reproductiva. Es urgente diseñar una nueva política de población y un nuevo Consejo Nacional de Población que retome los retos del siglo XXI, que invierta en las nuevas generaciones y encabece una agenda intersectorial con base en el país que queremos. Un Conapo que genere información y analice las implicaciones del factor demográfico en todos los planes y programas de gobierno, que integre la dinámica poblacional con el empleo, la educación y la salud, con el medio ambiente, la distribución territorial y los procesos migratorios, que construya mecanismos de coordinación con los estados y los municipios. Que coloque en el centro los derechos humanos, la equidad de género y la seguridad y, sobre todo, que vaya más allá de la simulación y mejore las condiciones de la población. Pero en vez de dar prioridad a la población joven, el Viernes Santo desaparecieron al Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ), así, sin abrir un diálogo con las organizaciones civiles ni con los especialista para cambiar esa figura institucional. Por órdenes del Ejecutivo bajaron el perfil del IMJ al hacerlo parte de la Secretaría de Desarrollo Social; el lugar donde se operan programas asistencialistas impide empoderar a las y los jóvenes como actores estratégicos para el desarrollo y el cambio que México necesita. Qué más decir que el riesgo de someter la política de juventud a prácticas clientelares y electoreras, tal como se están denunciando en estos días y que, por desgracia, no son novedad. Decía Miguel Hernández que cuando el fuego del alma comienza a helarse es porque se pasó a una etapa posterior a la juventud. ¿Por qué no soñar que México podría mantener ese fuego en creciente, por muchas décadas?

POR UNA GENERACION MAS INTELIGENTE

5 DE ABRIL 2013 Mientras el conflicto magisterial crece y la reforma educativa no alcanza a convencer ni al magisterio de Oaxaca ni al de Guerrero, en Puebla se presenta una iniciativa legal para impartir educación religiosa en las escuelas. La propuesta para modificar el artículo 2º de la Constitución local, hecha por Juan Carlos Espina von Roehrich, argumenta que es necesario homologar los criterios relacionados con la libertad de religión de la reforma al artículo 24 constitucional que está por aprobarse; se busca meter el famoso párrafo suprimido en la primera propuesta de dicha reforma, porque, evidentemente, amenaza el derecho a la educación laica. Se propone que el “Estado respetará la libertad de los padres y, en su caso, de los tutores legales para garantizar que los hijos reciban la educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”. A estas alturas del siglo XXI suena hasta grotesco. ¿Será que la derecha está empoderada por el nombramiento de un papa latinoamericano?, aunque más parece una cortina de humo ante las dificultades para aterrizar la reforma educativa. La iniciativa atenta contra la educación laica y la libertad de conciencia de niñas, niños y adolescentes. La Convención de los Derechos del Niño llevó a considerar a las personas menores como “sujetos de protección” y “de derecho”, en su artículo 14 señala: “Los estados parte respetarán el derecho del niño a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. La libertad de profesar la propia religión o las propias creencias estará sujeta únicamente a las limitaciones prescritas por la ley que sean necesarias para proteger la seguridad, el orden, la moral o la salud públicos o los derechos y libertades fundamentales de los demás”. Los “demás” podrían ser sus padres; sin embargo, la misma convención afirma el interés superior del niño y señala que “el ejercicio de los derechos de los adultos no podrá en ningún momento ni en ninguna circunstancia condicionar el ejercicio de los derechos de niños, niñas y adolescentes”. El marco jurídico nacional protege el derecho a la educación laica. Se trata de los párrafos que no fueron alterados por la reforma educativa de febrero. Los párrafos I y II del artículo tercero constitucional dicen: “I. Garantizada por el artículo 24 la libertad de creencias, dicha educación será laica y, por tanto, se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa; II. El criterio que orientará a esa educación se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios”. La Ley Federal de Protección de los Derechos de niñas, niños y adolescentes confirma en el artículo 36 que: “Niñas, niños y adolescentes gozarán de libertad de pensamiento y conciencia”. Por su parte, la Ley General de Educación establece: “Art. 8: Los programas educativos establecerán mecanismos para que se permita un espacio de libertad ajeno a cualquier preeminencia de alguna doctrina religiosa o interés político”. Violentar los derechos y libertades de niñas, niños y adolescentes es desconocer su calidad de sujetos humanos, un acto grave de discriminación por condición de edad. Padres de familia y docentes no sólo tienen que respetar los derechos de los menores, sino que están obligados a protegerlos. El artículo 4º constitucional establece que “los ascendientes, tutores y custodios tienen la obligación de preservar y exigir el cumplimiento de estos derechos y principios. El Estado otorgará facilidades a los particulares para que coadyuven al cumplimiento de los derechos de la niñez”. La religiosidad es un rasgo que expresa las diferencias culturales. Según la Encuesta Mundial de Valores 1981-2008, la religión es importante en la vida para más de 50 por ciento de la población de los países de América, incluyendo México y Estados Unidos, lo cual contrasta con algunos países europeos y asiáticos: menos de 13 por ciento de los suecos, franceses y alemanes valoran importante la religión en sus vidas, y así la valora menos de 6 por ciento de japoneses y chinos (World Values Survey 1981-2008, www.worldvaluessurvey.org). Hay también factores sicológicos vinculados a la religiosidad. El sicólogo Satoshi Kanazawa, de la London School of Economics and Political Science, en un ambicioso estudio longitudinal encontró que las personas con inteligencia mayor al promedio (medida por IQ) se adhieren más a los valores liberales y son más propensos al ateísmo; podría ser una medida de sobrevivencia –explica el investigador–, porque imitar las creencias y acciones de la mayoría o del entorno puede salvar a individuos con inteligencia menor a la media (“ Why Liberals and Atheists Are More Intelligent”, Social Psychology Quarterly. Vol. 73, No. 1, 33–57 http://spq.sagepub.com). En vez de retroceder las libertades es imperativo mantener la religión en el ámbito privado y mejorar la calidad educativa. Es muy lamentable que se haya cancelado el programa radiofónico Religiones del Mundo, conducido desde hace 18 años por Bernardo Barranco, colaborador de este diario. Urge fortalecer la difusión de la ciencia, el arte y las humanidades no sólo en la escuela, sino también en los medios. ¡Hagamos una generación más inteligente!

De la brecha al abismo

22 MARZO 2013 Hay nuevo papa, justo cuando la Iglesia católica parece no tener en qué sostener su autoridad moral. Si en algo estamos de acuerdo todos, creyentes y no creyentes, es que el momentum que vive esa Iglesia es crítico, “está a la orilla del abismo”, dice Bernardo Barranco. Antes de ser papa y bien a tono con su formación jesuita, Jorge Bergoglio se caracterizó por un decidido intento de acercar la Iglesia católica a los pobres, tal vez el rasgo más distintivo con respecto a los dos anteriores pontífices, que hacían alarde de los lujos en que vivían. Sin embargo, a la hora de defender los derechos humanos de los pobres, el ex arzobispo de Buenos Aires no parece diferenciarse de los papas ni del resto de los obispos: tiene una posición ortodoxa, en especial al desconocer los derechos ligados a las libertades civiles y políticas del individuo, particularmente de las mujeres, de las personas menores de edad y de quienes tienen una orientación no heterosexual. Sin simplismos y recurriendo a argumentos teológicos, Jorge Bergoglio considera que las mujeres son naturalmente ineptas para ejercer cargos políticos, al referirse a la candidatura presidencial de la senadora Cristina Fernández de Kirchner: “El orden natural y los hechos nos enseñan que el hombre es el ser político por excelencia; las Escrituras nos demuestran que la mujer siempre es el apoyo del hombre pensador y hacedor, pero nada más que eso”. Organizó en Argentina la oposición al matrimonio homosexual porque “La esencia del ser humano tiende a la unión del hombre y de la mujer como recíproca realización, atención y cuidado (…) El matrimonio precede al Estado, es base de la familia, célula de la sociedad, anterior a toda legislación y anterior a la misma Iglesia. De ahí que la aprobación del proyecto de ley en ciernes –se refiere a la que autorizó el matrimonio gay– significaría un real y grave retroceso antropológico”. Calificar de ineptas para gobernar a las mujeres y considerar retroceso antropológico el matrimonio gay son actos de violación de los derechos humanos, es negar la dignidad humana de las mujeres, así como de lesbianas y homosexuales: si ni ellas ni ellos son seres humanos con igualdad de derechos, ¿entonces qué son? Por eso es tan oportuna la publicación del libro De la brecha al abismo, título del libro colectivo que acaba de publicar la asociación civil Católicas por el Derecho a Decidir (CDD). Se trata de un conjunto de textos analíticos sobre el discurso de los obispos mexicanos, producto del seminario coordinado por Evelyn Aldaz y Consuelo Mejía, de CDD, y por Susana Lerner, de El Colegio de México. La considero una lectura indispensable para quienes están interesados en comprender el discurso de los obispos católicos mexicanos y su influencia en la sexualidad, la salud reproductiva y los derechos humanos. Los autores de los artículos son Ana Amuchástegui, Alberto Athié, Alejandro Brito, Carlos Fazio, Fernando González, Guadalupe Cruz, Julián Cruzalta, Lucía Melgar, Susana Lerner y quien escribe estas líneas. Hay análisis de múltiples procesos culturales y políticos; aquí sólo doy introducción a algunos. Guadalupe Cruz relata la lucha por ordenar a las mujeres como sacerdotes, nos recuerda la excomunión de aquellas siete mujeres que fueron excomulgadas por haberse ordenado sacerdotes en un barco sobre el Danubio, hecho que llegó a valorarse en 2007 como “delito penal”, condena que no ha merecido ninguno de los sacerdotes por abuso sexual. Después de dar testimonio del encuentro de la comunidad eclesial como espacio para defender los derechos humanos, el ex sacerdote Alberto Athié explica el momento en que se vio orillado a renunciar: se dio cuenta de que dentro de la institución se contradecían los derechos, por más de 15 años denunció las violaciones a los derechos humanos de niñas y niños cometida por sacerdotes, obispos, cardenales y personalidades importantes en la estructura; “lo más perverso de todo es que ese comportamiento no correspondía a personas aisladas, sino que era toda una conducta institucional y de carácter estructural”. Para fray Julián Cruzalta, hay que relacionar la crisis de la Iglesia católica con la creciente importancia de los derechos humanos; “existe una profunda relación entre la progresiva estima de los derechos humanos y el creciente desprestigio de la Iglesia católica”, los derechos humanos ponen en evidencia la ambigüedad que entraña la Iglesia en sí misma, mientras el discurso clerical habla del amor sin límites y de generosidades heroicas, al mismo tiempo falta al respeto a muchas personas. No sólo los estados violan los derechos humanos, también lo hacen las iglesias y las organizaciones trasnacionales: se atenta contra la libertad de expresión, se queman libros prohibidos, se combate a quien opina diferente. Silenciar en vez de detener la violencia son mecanismos que han permitido a la Iglesia sostener su autoridad, señala el investigador Fernando González. ¿Será por esa razón que nuestros políticos actuales veneran al Papa y a los obispos?

LAS MAESTRAS, LA MAESTRA

8 marzo 2013 Con descomunales las desigualdades que existen hoy, a más de 100 años de que la dirigente alemana Clara Zetkin invitara a celebrar, en la segunda Conferencia Internacional Socialista de Copenhague, un día dedicado a los derechos de las mujeres trabajadoras. Porque la agenda del feminismo es una agenda contra las desigualdades todas, y resulta increíble que todavía hoy tengamos que subrayar la manera en que la discriminación hacia el sexo femenino sigue impactado las condiciones en que viven las mujeres. Hay una mayoría de mujeres docentes, no sólo porque la cultura valora la educación de los niños como una extensión del rol materno, sino en particular porque sigue concentrándose el trabajo doméstico en ellas, y al considerar que el horario de las escuelas es menor al de otros empleos, resulta una opción para muchas mujeres, aunque no sea esa su vocación. El porcentaje de docentes del sexo femenino es amplísimo en los primeros niveles de la educación básica y va disminuyendo conforme se avanza de grado, hasta alcanzar menos de la mitad en los niveles más altos: en el nivel prescolar 97.9 por ciento son mujeres educadoras, en primaria 65.9 por ciento, el porcentaje en secundaria es de 47.2, mientras que en bachillerato y normales es de 44. Gran cantidad de esas maestras trabajan en las áreas rurales, muchas de las cuales he tenido oportunidad de conocer en los proyectos que trabajo. Ellas reciben un ingreso de 4 mil 500 pesos mensuales y están conscientes de que ese ingreso es muy bajo, lo aceptan porque el horario es corto, de cuatro a cinco horas diarias, lo cual les permite recoger a sus hijos, llegar a hacer la comida, ayudar a las tareas, limpiar la casa y demás. Algunas dejaron de trabajar en las escuelas cuando se hicieron madres, así que cuando crecieron sus bebés o cuando se separaron regresaron a solicitar trabajo, pero entraron en una competencia desventajosa frente a las y los docentes que ya tenían años de experiencia, lo cual algunas veces las llevó a tomar grupos escolares sin plaza y con mínimas condiciones salariales. Hay otras docentes que también trabajan en las zonas rurales y semiurbanas pero ganan el doble (como 8 mil pesos) y tienen plaza, algunas de ellas me contaron que lo lograron porque decidieron participar todo el año, incluyendo los fines de semana, en las jornadas electorales del candidato que les asigna el supervisor de la SEP o del SNTE, y así pudieron acceder a esa significativa recompensa. Después de la captura de la maestra –aquí el singular toma el significado de ex líder del SNTE–, se habla de un desfalco de 2 mil millones de pesos. Lo más significativo: los invirtió Elba Esther en propiedades lujosísimas, diamantes y obras de arte; además se han pagado cursos en California sobre técnicas electorales a secretarios de las secciones sindicales. Tan sólo en tiendas de ropa señalan 22 pagos por más de 2 millones de dólares a su tarjeta de crédito por compras en Neiman Marcus. Nadie como la maestra nos ha enseñado tanto sobre marcas de ropa internacionales, un saber tan sustancial para el desarrollo de las niñas de México: ¿tal vez puedan llegar a ser secretarias de Estado, primeras damas o senadoras? Que son quienes usan esas marcas, además de Mónica Arriola Gordillo, la hija de la maestra y actual secretaria de la Comisión de Derechos Humanos e integrante de la Comisión para la Igualdad de Género. Todas las mujeres deberíamos exigir que confisquen los bienes de la maestra, y de tantos otros políticos defraudadores, para que se dirigieran esos fondos a mejorar las condiciones laborales de las mujeres. Ampliar el horario de las escuelas puede ser un beneficio para las maestras: ellas podrían ganar más por las horas extras, y el resto de las madres podrían acceder a trabajos de horarios más largos y mejor pagados, mientras sus hijos atienden las clases. Todos los candidatos, incluyendo a EPN, se comprometieron a abrir escuelas de tiempo completo; creo que para que se cumpla, se podría atacar la corrupción en todos los frentes, y recuperar los recursos del Estado. Porque el tema educativo y económico es clave para el crecimiento de las mujeres y para el desarrollo de las sociedades. Aunque todos los candidatos se comprometieron con una agenda de género, hasta hoy no parece ser una prioridad, ni en el ámbito nacional ni en el local. Importante, que las mujeres de Morena decidan organizar este 8 de marzo una manifestación en Hacienda para evitar que se incremente el IVA a la comida y las medicinas; y que las feministas de la ciudad de México decidimos declinar la invitación a la celebración organizada por el Instituto de las Mujeres del DF, porque Miguel Angel Mancera no ha respondido a múltiples llamados para acordar la agenda de género de esta ciudad. En el Día Internacional de las Mujeres quiero dedicar esta colaboración a las maestras de las escuelas de México.

EL ROSTRO DESFIGURADO DEL PODER

22 febrero 2013 La renuncia del Papa y los acontecimientos que la provocaron permiten de alguna manera desnudar y ver de frente las entrañas del poder. Ese estilo de imponerse entre las élites de la Iglesia católica conforma la raíz medieval sobre la cual se construyeron nuestras instituciones occidentales y muchas de las formas modernas de hacer política. Corrupción, soberbia, desigualdad, enriquecimiento, tráfico de influencias y mezcla de finanzas con lavado de dinero caracterizan a nuestra clase política y también a la Curia Romana. El momento es crítico y perturbador: el propio Benedicto XVI no pudo seguir ocultando las divisiones del cuerpo eclesial que mantienen desfigurado el rostro de la Iglesia, la necesidad de superar individualismos y rivalidades, al grado de tener que denunciar públicamente la hipocresía religiosa y las actitudes que buscan el aplauso, la aprobación y a quienes se han aprovechado de los escándalos de pederastia, corrupción y del intercambio de favores. Pero el agotamiento de Benedicto XVI no opaca su mirada estratégica: renunció porque sabe que vivo puede incidir, más que muerto, en la sucesión papal. Paladín de la impunidad, Ratzinger no sancionó a los líderes de la Iglesia que comulgaron con los sacerdotes culpables de abuso sexual o que ocultaron las acusaciones. Por el contrario, dos miembros del Colegio Cardenalicio, Roger Mahony y Norberto Rivera, encubridores y protectores de sacerdotes pederastas, están invitados al cónclave para elegir al próximo obispo de Roma, pastor supremo de esa Iglesia y jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano. Una ciudad donde los delitos se traducen en pecados para ser perdonados, de acuerdo con las necesidades que exija la imagen eclesial, tal como vemos que ocurre hoy en los partidos políticos. Como brazo teológico de Juan Pablo II, Joseph Ratzinger fue prolífico, construyó una teología del cuerpo y reformó el Catecismo, despreció a otros credos y sentenció que “la Iglesia católica tiene la palabra decisiva en la interpretación de la Escritura”; sus discursos como pontífice contribuyeron a inflamar el sentimiento de “la culpa”, y también, como dijera Nietzsche, a envenenar el eros y degenerarlo en vicio. Al celebrar el misterio de la Inmaculada Concepción, explicaba que “la Sagrada Escritura nos revela que en el origen de todo mal se encuentra la desobediencia a la voluntad de Dios, y que la muerte ha dominado porque la libertad humana ha cedido a la tentación del maligno. Pero Dios no desfallece (…) para ofrecerse a sí mismo en expiación ‘nació de mujer’ (Gálatas 4:4). Esta mujer, la Virgen María, se benefició de manera anticipada de la muerte redentora de su hijo y desde la concepción quedó preservada del contagio de la culpa. Por este motivo, con su corazón inmaculado, nos dice: confiad en Jesús, Él os salva” (“Benedicto XVI: La Inmaculada, motivo de consuelo”, Zenit.org, 8/12/10). ¿Cuánta influencia habrá tenido Jesús en la vida y actividad de la raza humana? Decía Mark Twain que al preguntarnos sobre la influencia de los grandes hombres, además de Jesús habría que incluir a Satán. En esas reflexiones, que no fueron publicadas sino hasta 1963, 53 años después de su muerte, el también autor de Las aventuras de Tom Sawyer considera que del año 350 a 1850, Jesús y Satán tuvieron una influencia inmensamente superior sobre una quinta parte de la humanidad de la que tuvieron sobre la misma todas las otras personas juntas. El 99 por ciento vino de Satán, y el resto de Jesús. Durante esos mil 500 años el miedo a Satán y al infierno hizo 99 cristianos ahí donde el amor a Dios y al cielo hizo apenas uno. “Nada hay en la historia –ni en toda su historia junta– que remotamente se acerque a la atrocidad de la invención del infierno (…) al conferirnos al infierno, el ser celestial borra de un plumazo todos sus méritos ficticios, de una vez” (Mark Twain, Reflexiones contra la religión, Gandhi Ediciones, México, 2011). Joseph Ratzinger hizo mucho para revisar los procedimientos para exorcizar, afirmó el sacerdote italiano Gabriel Amorth, exorcista oficial de la Iglesia católica. Durante su etapa como cardenal “nos dio oraciones muy potentes para ampliar la lucha contra Satanás, no sólo en los casos de posesión demoniaca de personas, sino también en los trastornos provocados por el demonio, que representan 90 por ciento de los casos, porque los casos de posesión ‘total’ son muy raros, aunque él mismo asegura haber visto personas andando por las paredes y arrastrándose por el suelo como serpientes”. A unos cuantos días del cónclave de la Capilla Sixtina, todo parece indicar que algunas serpientes sobreviven a los exorcismos; tal vez ellas son el rostro desfigurado de la Iglesia al que se refirió Benedicto XVI en su renuncia. No en vano la Constitución Apostólica señala que si en la elección del papa se diera el pecado de simonía –se refiere a la compra de votos– los culpables serán excomulgados, y prevé que los cardenales electores deberán abstenerse de toda forma de pactos, acuerdos o promesas que les puedan obligar a dar o negar el voto a otros o a hacer capitulaciones antes de la elección. Tal vez ese instrumento fue la fuente de inspiración del Instituto Federal Electoral, o del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.