sábado, 29 de enero de 2011

Ni escuela ni trabajo ni derechos sexuales

Ni escuela ni trabajo ni derechos sexuales

28 de enero de 2011

La nueva iniciativa anticondón que presentó la diputada panista Paz Gutiérrez Cortina a la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados se apoya en falsedades y en graves lagunas de ignorancia sobre la probada eficacia preventiva del condón de látex; subestima a los menores de 14 años al considerar que son incapaces de manejar evidencia científica y, por si fuera poco, los discrimina y violenta al negarles el derecho a la información.

La reforma propuesta a los artículos 309 y 310 de la Ley General de Salud está fundamentada en falsedades:

1. Es falso que “los estudios hayan comprobado que el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH/sida) atraviese los poros de látex del condón”.

La evidencia demuestra lo contrario. Estudios de laboratorio han comprobado que los condones de látex proporcionan una barrera impermeable a partículas del tamaño del VIH, base teórica para la protección. Cuando se usan correcta y consistentemente los condones de látex son sumamente efectivos en prevenir la transmisión sexual del VIH/sida, la infección sexual con mayor mortalidad. Los condones bloquean la transmisión y adquisición de infecciones de transmisión sexual al evitar el contacto entre el pene del usuario de condón y la piel, mucosa y secreciones genitales de su pareja. El mayor grado de protección del condón es a infecciones transmitidas por secreciones genitales como el VIH/sida y existe un grado menor de protección a las infecciones por virus del papiloma humano (VPH) o el herpes genital, porque estas últimas también pueden ser transmitidas por exposición a las áreas de la piel o a mucosas que no cubre el condón. Los estudios epidemiológicos buscan medir el efecto protector de los condones comparando el riesgo de transmisión de infecciones entre usuarios de condón con los no usuarios. Numerosas investigaciones de parejas discordantes (donde sólo uno de sus miembros está infectado) han demostrado que el uso consistente de condones de látex es sumamente efectivo en la prevención de la adquisición de la infección de VIH (Male Latex Condoms and Sexually Transmitted Diseases, Fact Sheet for Public Health Personnel, Centers for Disease Control and Prevention, Atlanta.)

2. Es falso que el condón “tiene un elevado número de fallas que van de 12 a 50 por ciento para prevenir embarazos”.

Los condones masculinos tienen de 85 a 98 por ciento de efectividad en la prevención de un embarazo; la mayor efectividad es cuando se usan de manera consistente y correcta. (Criterios de elegibilidad de métodos anticonceptivos, Organización Mundial de la Salud, 3ª edición, 2005.)

Es inadmisible que una reforma legal pretenda evitar que la publicidad señale con precisión los grados de efectividad del condón y oriente sobre las formas de controlar los factores de riesgo, y proponga, en cambio, engañar y asustar a la gente difundiendo mentiras. Y más, la reforma subestima y discrimina a las personas menores e intenta censurar información científica. Propone que: la publicidad de preservativos “no podrá dirigirse a menores de 14 años”; que “en televisión y radio sólo podrá difundirse a partir de las 22 horas” y que “en el cine podrá difundirse únicamente en películas para adultos, correspondientes a las clasificaciones C y D”.

Se violenta el derecho constitucional a la igualdad, artículo 1º: “Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad (…) o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”, así como el derecho a la información contemplado en el 4º constitucional y en la Convención de los Derechos del Niño: artículo 13: “El niño tendrá derecho a la libertad de expresión; ese derecho incluirá la libertad de buscar, recibir y difundir información e ideas de todo tipo”.

Está documentado que saber del condón no acelera el inicio de las relaciones sexuales y que el acceso a información preventiva tiene mayor probabilidad de influir en los hábitos culturales cuando se difunde a edades más tempranas, y sabemos que los jóvenes que hoy utilizan el condón son quienes escucharon la publicidad desde su etapa infantil. (Douglas Kirby Ph.D, “Research Findings on Programs to Reduce Teen Pregnancy”, 2001).

La exclusión y el mal trato a las personas menores está alcanzando grados alarmantes: ni escuela ni trabajo ni derechos sexuales. ¿De qué se trata?.

¿Un modelo de familia?

¿Un modelo de familia?

14 de enero 2011

No existe en el mundo un solo modelo de familia sino una diversidad de arreglos familiares; el modelo patriarcal o familia tradicional que pregonan los obispos, el de una pareja heterosexual y perpetua donde hay un progenitor proveedor y una esposa dedicada exclusivamente a las actividades domésticas, no es predominante, ni siquiera entre familias cristianas.

Así lo constata el libro Familias del siglo XXI: realidades diversas y políticas públicas, que será presentado el próximo 20 de enero a las 18 horas en El Colegio de México, texto que resume los trabajos de investigadores y activistas que participaron en el seminario del mismo título, realizado hace dos años y coordinado por Susana Lerner y Lucía Melgar (UNAM y El Colegio de México, 2010). Entre las diversidades documentadas hay que saber que en México los hogares nucleares (formados por una pareja con o sin hijos, o por un jefe del hogar que vive con sus hijos solteros) son la mayoría (dos tercios del total); le siguen los hogares extensos (donde conviven además del núcleo central otros parientes ascendientes, descendientes o colaterales), sobre todo en los sectores con menores recursos, y se advierte el aumento de los hogares unipersonales y de los hogares encabezados por mujeres. La idea de “matrimonio para siempre” también se ha desgastado. Actualmente han aumentado las uniones consensuales, hay una preferencia de las parejas por convivir consensualmente antes de formar una unión legal o en lugar de ella, y se observa una tendencia ascendente de disolución conyugal en los primeros 10 años. La organización del trabajo en el marco de la globalización y la crisis económica es una barrera para la equidad de género, los ejecutivos y los obreros están sujetos a tensiones entre las demandas de las empresas y las de sus parejas e hijos, lo cual imposibilita el desarrollo de paternidades más presentes. La violencia en el interior de las familias se vincula con el fenómeno expansivo que cubre hoy gran parte del territorio mexicano y con el deficiente sistema de justicia, así como con las relaciones de poder y de autoridad jerarquizada. Persiste la estigmatización de parejas homosexuales, de lesbianas y bisexuales e incluso la discriminación por orientación sexual al interior de la familia.

La ciudad de México es el territorio donde hay mayor reconocimiento a los cambios recientes: la ley que permite la interrupción legal del embarazo por decisión de la mujer hasta la décimo segunda semana de gestación; la eliminación de las causales de divorcio para dejar de ser instancia de conflicto en el proceso; y la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo.

Negar la diversidad es un rasgo de autoritarismo que no solamente promueven los líderes eclesiales sino algunos gobernadores panistas, como el de Baja California, quien al distribuir en las escuelas secundarias el libro Soy libre y responsable promueve un tratado de la moral cristiana que nunca menciona el uso del condón, que afirma que los anticonceptivos provocan cáncer y que las relaciones sexuales son las que ocurren dentro del matrimonio y con una persona del otro sexo.

El fundamentalismo en las elites políticas es creciente, violenta la educación laica y promueve una interpretación más que literal del texto bíblico, además ignoran que ni Jesús creció en ese modelo ideal de familia. El árbol genealógico de Cristo tiene un eslabón final dudoso, David hizo que se le atribuyera el Mesías dentro de su descendencia. Según la teóloga Uta Ranke-Haineman las versiones de Mateo y Lucas atestiguan una religión machista: son los varones los que forman la línea genealógica (No y amén, Editorial Trotta, Madrid 1998). Ambos presentan el nacimiento de Jesús como nacimiento virginal y, sin embargo, al final de la serie no está la madre, sino el padre José, descendiente del rey David, quien garantiza la descendencia noble. Un padre falso, un padre adoptivo, un padre nutricio, un padre putativo… todo ello es mejor y más importante que una madre auténtica. La genealogía de ella no juega el menor papel. En el árbol genealógico sólo se menciona a cuatro mujeres, una de las cuales es Betsabé, la esposa de Urías, quien cometió adulterio con David. Cuando David la vio bañándose desde la azotea del palacio real preguntó quién era y supo que era la esposa de Urías el hitita, entonces envió gente que se la trajese y se acostó con ella. Luego escribió al comandante Joab: “Poned a Urías frente a lo más reñido de la batalla y retiraos de detrás de él para que sea herido y muera”. Así pereció Urías. Pasado el luto, David envió por la viuda y la hizo su mujer.

La idea de Jesús como descendiente de David no resulta tan especialmente esplendorosa y su arreglo familiar es distante del modelo que pregonan los obispos. Jesús nace y crece en una familia constituida por José, María y el Espíritu Santo: un padre putativo que le dio el linaje noble, una madre virgen que quedó encinta por obra del Espíritu Santo, y este último, su primer padre y progenitor.

miércoles, 12 de enero de 2011

La madre virgen

31 de diciembre 2010

Virgen es María, la madre del cristianismo, madre de Dios, pero no diosa, porque el altísimo lugar no lo tienen las mujeres de ese linaje religioso. Se trata de un mito, de un relato que culmina con la fiesta de Navidad en que se celebra el nacimiento de Jesús. El relato del parto virginal, del pesebre, de los reyes magos y de los pastores no resiste la mirada crítica de la historia verdadera. ¿Cómo saber dónde termina la mitología y dónde comienza la historia?

El estudio de la teóloga Uta Ranke-Heinemann demuestra que los diversos Evangelios no tienen consistencia sino dataciones contrarias, se desconoce la fecha y lugar exacto del nacimiento de Jesucristo y es impensable la peregrinación a Belén, pues la caminata de una mujer embarazada de nueve meses la hubiese colocado en peligro de muerte (No y amén, Editorial Trotta, Valladolid, 1998). Según Lucas, todo había comenzado en Nazaret con una muchacha de 12 años, en realidad una niña. La muchacha estaba desposada por un hombre que se llamaba José y que debía ser de la estirpe de David. La edad normal para el desposorio para una muchacha judía era la de 12 a 12 años y medio. El desposorio era la primera parte del casamiento, a la que algo más de un año después seguía llevársela a casa. La desposada era ya la esposa del hombre, en esa etapa la infidelidad era considerada como adulterio. Cuando María resultó embarazada, José no podía aportar la prueba testifical de infidelidad, aunque ella aún no había sido llevada a casa del prometido, porque se trataba de una concepción virginal. Al respecto hay dos versiones, las de Mateo y Lucas. En el caso del primero se dice que María se encontró encinta por obra del Espíritu Santo, lo cual fue revelado en sueños a José, después de lo cual él decide conservar a su desposada. María no habla ni tuvo poder de decisión alguno y habría que preguntarse ¿cómo es que Dios puso a esta muchacha en esa situación de vergüenza pública? ¿En apariencia de adúltera? La versión de Lucas difiere por completo de la anterior. Aparece un ángel que anuncia la concepción a María: “¡Salve, la llena de gracia! ¡El Señor esté contigo! Vas a concebir en tu cuerpo, darás a luz un hijo y le pondrás de nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo…” En este factum se apoya todo lo que se enseña y se cree luego sobre la purificación de los pecados y la liberación del género humano mediante la sangre de Cristo “como cordero inmaculado”. Pero María formula una objeción y dice al ángel: “¿Cómo sucederá esto puesto que no conozco hombre alguno?” Para ella copular con un hombre es requisito necesario para el prometido nacimiento del hijo de David, mientras que para la dogmática católica la copulación con un hombre y el nacimiento de un hijo divino se excluyen. Obvio que jamás tuvo lugar de verdad ese diálogo entre el ángel y María, pero si se tomara como histórico el relato sobre la anunciación, habría que reconocer a María más inteligencia teológica que a los 2 mil años de teología católica. María piensa que la filiación divina de Jesús y la filiación natural no se excluyen, sin embargo algunos traductores consideran que el término procreación tiene resonancias paganas, es impropio y sexualista, y que la idea de relación sexual entre un dios y una mujer es desplazada en exceso. La omnipotencia de Dios obró en María lo que de ordinario se realiza mediante la actuación masculina, de ahí que rechacen la concepción de Dios como donante de semen masculino.

La historia milagrosa del nacimiento virginal nació en un tiempo en que nada se sabía sobre la existencia de un óvulo femenino, el cual fue descubierto en 1827 por K. E. von Baer. Antes se consideraba que la mujer no aportaba sino el florero en el que el hombre deposita el semen, subyacía la idea aristotélica según la cual la mujer era sólo el recipiente del único procreador masculino. Es un error afirmar que las mujeres conciben hijos, porque concebir es una voz pasiva que quiere decir “recibir”; habría que decir que ellas procrean hijos. El óvulo femenino se contrapone a la idea del parto virginal porque niega la actuación de Dios como único creador y obliga a reconocer su relación sexual consensuada con una mujer. La introducción del mito europeo de la Virgen María a la sociedad mesoamericana presupone una maternidad virginal y no poseída que establece el binomio mujer-madre como irreconciliable y además infiltra la idea del goce del cuerpo como pecado.

El corte, la separación real entre la ciencia y aquello que podríamos denominar pensamiento mitológico, tiene lugar durante los siglos XVII y XVIII. De acuerdo con Claude Lévy Strauss la creación de mitos se mueve por una necesidad de comprender la naturaleza y la sociedad, de buscar una comprensión general del universo (Mito y significado, Alianza Editorial, España, 2002). En tanto la ciencia, decía Descartes, divide la dificultad en tantas partes como sea necesario para resolverla. La ciencia logra cierto control sobre la naturaleza, pero el mito fracasa en tal objetivo; sin embargo el mito brinda la ilusión de poder entender el universo al tiempo que impone un sistema de valores.

gabriela@afluentes.org

Santo y falso profeta

17 diciembre 2010

En 1956. Presentación de carta de denuncia al Vaticano de serie de seminaristas víctimas de abuso sexual por parte de Marcial Maciel y sobre su adicción a la morfina.

Octubre de 1996. Jason Barry viajó a México, enviado por The Hartford Courant; después de una lenta y minuciosa investigación, en febrero del año siguiente publicaría el testimonio de abuso sexual de ocho sacerdotes ex legionarios de Cristo por parte de Marcial Maciel.

Abril de 1997. El periódico La Jornada “jaló” la información y provocó el enojo de la jerarquía católica. El reportero Salvador Guerrero Chiprés abordó al cardenal Norberto Rivera en una entrevista de banqueta y le preguntó sobre las acusaciones lanzadas a Maciel. Rivera respondió: “Son falsas, son inventos, y tú nos debes enterar cuánto te pagaron”.

Mayo de 1997. Canal 40 presenta a cuadro el testimonio de los primero sacerdotes víctimas de abuso que rompieron el silencio en televisión: José Barba, Saúl Barrales, José Antonio Pérez Olvera y Alejandro Espinosa; esto después de advertencias, amenazas y súplicas para evitar que se transmitiera el programa por parte del secretario particular del presidente Zedillo, del secretario de Comunicaciones y Transportes, y de empresarios como Lorenzo Servitje y Alfonso Romo.

Junio de 1999. El sacerdote Alberto Athié envía carta al Vaticano denunciando los abusos de Marcial Maciel por la vía del obispo de Coatzoacalcos, quien ofreció entregar la carta al Vaticano, pero cuando volvió de Roma, Joseph Ratzinger le dijo: “Lo lamento, pero el caso no se puede abrir porque Maciel es una persona muy querida por el Santo Padre. No es prudente hacerlo”. Al enterarse Norberto Ribera se levantó y le dijo a Athié: “¿Qué no escuchaste lo que dije? Es un complot y no tengo nada más de que hablar. Hasta luego”.

26 de noviembre de 2004. Carta de Juan Pablo II: “Al reverendo padre Marcial Maciel, superior general de la Congregación de los Legionarios de Cristo: Estoy feliz de unirme espiritualmente al gozo y a la acción de gracias que, desde usted, reverendo padre, y desde el corazón de todos los miembros de esta familia religiosa se eleva a Dios, fuente de todo bien, con ocasión del 60 aniversario de su ordenación sacerdotal (…) Sus 60 años de vida sacerdotal, reverendo padre, han estado señalados por una significativa fecundidad espiritual y misionera con diversas obras y actividades apostólicas como el Movimiento Regnum Christi, la red de escuelas denominada Mano Amiga, las numerosas instituciones educativas y caritativas –presentes hoy en 16 países de los cinco continentes– que tienen el objetivo de promover los valores de la familia y de la persona humana, los centros universitarios de estudio y de formación”.

27 de mayo de 2006. El cardenal Norberto Rivera Carrera sale a la defensa de Marcial Maciel. Asegura: “todo lo que dicen de que fue condenado, de que fue impedido, etcétera, es puro cuento porque el documento sólo dice que lo invita a retirarse a la vida privada. Ese fallo no es una afrenta para los Legionarios de Cristo, porque el padre Maciel, dijo, siempre será su fundador, y un motivo de alegría el saber que sigue adelante”.

30 de enero de 2008. Mensaje de los Legionarios de Cristo al morir Marcial Maciel: “El padre Maciel pasó sus últimos años en una vida reservada de oración, con un espíritu de obediencia, sumisión y amor a la Iglesia católica a la que tanto amó y enseñó a amar, buscando que la congregación estuviese siempre centrada en el amor a Cristo y en la adhesión y servicio totales al Papa y a la Iglesia.”

3 marzo de 2010. En entrevista con la periodista Carmen Aristegui en MVS Radio, dos hijos de Marcial Maciel hablaron de prácticas de abuso sexual perpetradas durante años por parte de su padre.

13 de diciembre 2010. Los legionarios ordenaron retirar de todos sus instalaciones las imágenes de su fundador.

El caso Maciel confirma que la Iglesia católica falsifica y fabrica mentiras para sacar riquezas y acrecentar su poder, como dice Uta Ranke-Heinemann: “La Iglesia católica nos enseña lo que Dios ha revelado, pero los cristianos obtienen la verdad, si es que la obtienen, sólo de una segunda mano. Pero la verdad que ha pasado por manos extrañas es una verdad censurada. El Dios con el que se encuentra el hombre al final de la cadena de los distribuidores eclesiásticos es un Dios pasado por la censura”.

grodriguez@afluentes.org

Revolución educativa, violencia y sida

3 de diciembre 2010

Continuando con la revolución educativa referida en mi artículo anterior (La Jornada, 5/11/10), me queda claro que uno de los cambios logrados por la Revolución Mexicana es la confirmación de la educación laica y la consolidación de la Secretaría de Educación Pública.

El espíritu liberal de la Revolución llevó a corregir los defectos que había sufrido la Constitución de 1857 durante el porfiriato y, después de acaloradas polémicas, el texto del artículo tercero se reformó. Al promulgarse la ley suprema del 5 de febrero de 1917 quedó como sigue:

“La enseñanza es libre; pero será laica la que se dé en los establecimientos oficiales de educación, lo mismo que la enseñanza primaria elemental y superior que se imparta en los establecimientos particulares. Ninguna corporación religiosa, ni ministro de algún culto, podrán establecer o dirigir escuelas de instrucción primaria. Las escuelas primarias sólo podrán establecerse sujetándose a la vigilancia oficial. En los establecimientos oficiales se impartirá gratuitamente la enseñanza primaria.”

La inestabilidad que arrastraba la Revolución dificultó la continuidad del proyecto educativo, así como el cumplimiento de la ley, pero la caída del gobierno de Carranza llevó a De la Huerta a constituir la Universidad Nacional como el organismo dedicado a la orientación y vigilancia de la educación de todo el país. Su rector, José Vasconcelos, realizó una gran tarea educativa y fue el motor para organizar la Secretaría de Educación Pública, de la cual fue titular por nombramiento del presidente Obregón. La principal deferencia con el modelo anterior fue la federalización de la enseñanza, se llevaron proyectos educativos a todo el territorio nacional: educación indígena, rural, técnica, creación de bibliotecas, publicación de textos clásicos. La tarea alfabetizadora convirtió en maestro a cada persona que sabía leer y otorgaba diploma de buen mexicano a cada persona que hubiese enseñado a escribir a cinco analfabetos. Las misiones culturales fueron una estrategia tomada de los misioneros que habían llevado la educación cristiana a todos los rincones del territorio en el siglo XVI, pero esta vez las misiones estaban normadas por la laicidad e integradas por un equipo de maestros de higiene, educación física, música y artes manuales. Durante el periodo del presidente Calles el país vivió una nueva etapa de violencia en gran medida originada por el artículo tercero constitucional. La noticia de una campaña iniciada por el Episcopado en 1926 para reformar los artículos constitucionales contrarios a la Iglesia atrajo una alerta al gobierno, desde donde se llegó a reglamentar la inspección y vigilancia de las escuelas primarias y los delitos del fuero común en materia de fuero religioso y cumplimiento del artículo tercero en planes, libros de texto y métodos educativos. La actitud “rebelde y de franca sedición” por parte de los colegios católicos ocasionó el cierre de casi todas las escuelas particulares que habían pasado de la suspensión oficial del culto a una lucha armada que duró hasta 1929. El secretario de Educación del presidente Ortiz Rubio, Narciso Bassols, enfrentó nuevamente a las huestes católicas al llevar el laicismo a las escuelas secundarias. En 1934, un año después de que el Congreso declaró la autonomía de la Universidad Nacional, Bassols pretendió introducir un programa de educación sexual en las escuelas públicas, provocando una enorme movilización que lo obligó a renunciar ese mismo año.

La educación sexual oficial se logró hasta el año de 1974, cuando la Iglesia y los conservadores quemaron los libros de texto que hablaban por primera vez de la reproducción humana y de los anticonceptivos. Desde la llegada del sida en la década de los 80, la Iglesia y los grupos conservadores han difundido campañas de desprestigio del condón. Hoy hay que tomar en cuenta que la maternidad involuntaria y el sida son males que están vinculados a la violencia: del 8 por ciento de las mexicanas que han sido víctimas de violencia sexual 10 por ciento se embarazó y 20 por ciento adquirió una infección de transmisión sexual. Hasta la fecha, 26 por ciento de los casos de sida son femeninos: la mayoría son mujeres casadas cuyos maridos no utilizan condón, les siguen las migrantes a Estados Unidos, luego las transgéneros, las solteras y las trabajadoras sexuales. El único programa del país que trabaja integralmente el VIH es la Clínica Condesa, del Distrito Federal, donde este año se ha dado atención sicológica y médica a 107 hombres violados y a mil 90 mujeres violadas.

Las recientes declaraciones de Ratzinger en que valora al preservativo utilizado por un prostituto (o prostituta) como “un paso a la moralización y un acto de responsabilidad” corrige esa mentira difundida urbi et orbi: “el condón no es efectivo para prevenir el VIH”, y es también una cortina de humo para superar el desprestigio por la altísima incidencia de violaciones y abuso sexual de menores por parte de sus prelados. Hoy los logros de la educación revolucionaria se estén revirtiendo porque ya no contamos con un gabinete educativo de altas miras y los gobernadores panistas vuelven a quemar y almacenar libros de texto. Pero es un hecho que sin educación laica hoy no seríamos 112 millones de mexicanos sino más de 150, y no estaría comenzando a estabilizarse la epidemia del VIH.

grodriguez@afluentes.org

Más de un centenario de la revolución educativa

5 de noviembre de 2010.

En este mes poco se habla de la revolución educativa, del movimiento cultural que se inició con Benito Juárez en 1856 y fue construido durante décadas hasta que estalló la revolución armada.

En aquellos tiempos –nos ilustra la historiadora Josefina Zoraida Vázquez– los constituyentes se habían formado durante la guerra de Independencia y tenían una visión educativa de altas miras: valoraban la instrucción pública como medio prioritario para superar las desigualdades y extender las libertades. Más de 80 por ciento de la población era analfabeta, la responsabilidad de la nueva nación apostaba a tomar el papel que había sido desempeñado por el clero; el artículo 3º de la Constitución de 1857 afirmaba que “la enseñanza es libre”, y el Estado no tendría que asumir un papel vigilante. Ignacio Ramírez, El Nigromante, “fue un elocuente defensor de la libertad de enseñanza como derecho natural y se mostró enemigo de cualquier interferencia. No debía limitarse y si quedaba algún temor, la única forma de superarlo y de vencer al clero sería mejorando nuestras escuelas y multiplicándolas, si los católicos tienen una, nosotros tengamos 10”.

Pero la condena implacable del papa Pío IX radicalizó las posiciones; se llegó a interpretar que el motivo principal de la guerra por las Leyes de Reforma fue promovida y sostenida por el clero para sustraerse de la dependencia a la autoridad civil. Sin posibilidad de coexistencia, el dilema parecía ser: “o el Estado o la Iglesia”. Después del triunfo de Juárez, el 2 de diciembre de 1867 se redactaba la Ley Orgánica de Instrucción Pública, la cual establecía la educación primaria gratuita y obligatoria para los pobres. La enseñanza religiosa desapareció del plan de estudios. Los liberales dieron gran impulso a la educación femenina, aunque otorgaban mayor influencia a la masculina.

En 1873, Sebastián Lerdo de Tejada incorporó las Leyes de Reforma a la Constitución; establecía el laicismo en todo el país mediante un decreto que expresaba que la instrucción religiosa y las prácticas oficiales de cualquier culto quedaban prohibidas en todos los establecimientos de la Federación, de los estados y de los municipios. “Se enseñará la moral en los que por la naturaleza de su institución, lo permitan, aunque sin referencia a ningún culto. La infracción sería castigada con multa gubernamental de 25 a 200 pesos, y con la destitución de los culpables, en caso de reincidencia.” Con la llegada de Porfirio Díaz a la presidencia, los ministros de Justicia e Instrucción Pública continuaron su firme tarea de extender la educación y reformar la enseñanza para hacer mejores ciudadanos para el futuro.

Hacia 1880 el diputado Justo Sierra logró adicionar a la ley que “los estados adoptarán para su régimen interior, la forma de gobierno republicano, representativo, popular y la enseñanza primaria, laica, general, gratuita y obligatoria”. Se buscaba uniformar la instrucción de todo el país y se formaron escuelas normales y preparatorias, se incorporaron las Bellas Artes a la Secretaría de Instrucción Pública. Para 1908, Justo Sierra concebía la tarea educativa como medio de integración nacional, por ello debía ser educativa más que instructiva: “La educación primaria que imparta el Ejecutivo de la Unión será nacional, esto es, se propondrá que en todos los educandos se desarrolle el amor a la patria mexicana y a sus instituciones, será integral, es decir, tenderá a producir simultáneamente el desenvolvimiento moral, físico, intelectual y estético de los escolares; será laica o, lo que es lo mismo, neutral respecto a todas las creencias religiosas, y se abstendrá en consecuencia de enseñar o atacar ninguna de ellas; será además gratuita”. Justo Sierra pasó a ser un escéptico después de haber sido defensor a ultranza del positivismo, fue dejando la visión que valoraba el método experimental como único criterio de verdad para admitir otros métodos científicos para el estudio del hombre y la cultura. En 1910 coronó sus ideales educativos con la creación de la Escuela Nacional de Altos Estudios y de la Universidad Nacional de México. (Josefina Zoraida V., Nacionalismo y educación en México. El Colegio de México, 1970.)

No sabemos hasta qué punto la instrucción pública de esos tiempos contribuyó al descontento de las clases populares y de un sector de la clase media, pero no hay duda de que los maestros jugaron un papel crucial en el movimiento armado. La educación laica y la enseñanza libre fueron logros irreversibles que sustentaron la exigibilidad de los derechos ciudadanos y el avance cultural de México. El proyecto no retrocedió, sino que fue confirmado al término de la Revolución y caminó hacia adelante varias décadas, tema que retomaré en mi próxima colaboración. Lo indignante es que 100 años después, la educación se deteriorara tanto, que la Iglesia esté recuperando una influencia decisiva en las políticas de algunas entidades, que los cardenales hayan concentrado tanta riqueza, lujos y sirvientas (o servidumbre, como llama Sandoval Íñiguez a las religiosas que lo atienden) y pretendan erigirse en árbitros de los procesos electorales, junto con las televisoras.

grodriguez@afluentes.org